Miro a Damen, tiene el rostro tranquilo. Sereno. Como si nada de esto estuviera pasando, como si no estuviéramos encerrados aquí dentro, como si yo tuviera escapatoria, como si mi novio no nos intentara matar.
Respiro hondo y me acerco a él. Está sentado en una vieja butaca de color verde terciopelo, observando al infinito y ajeno a la realidad, a la cruda y fría realidad. Tiene la mirada perdida, estará pensando en algo, ni siquiera se da cuenta cuando llego a su lado.
-No intentes más esa tontería-dice sin mirarme.
-Yo…-no sé qué decir, pero no puedo quedarme sin palabras, como una estúpida e incoherente-¿Tú puedes salir de aquí?
-En unas horas me despertaré, no podré estar aquí todo el tiempo, así que tengo que encontrarte un escondite seguro para que el idiota que te está esperando para matarte una vez más, no lo consiga-dice con mucha brusquedad mirándome fijamente a los ojos.
¿Por qué esa reacción? ¿He dicho algo malo? No, simplemente es otro bipolar más.
Me levanto rápidamente intentando no hacer florecer mi enfado, ya que eso tendría malísimas consecuencias, no digo que sea una de estas chicas que montan muchos jaleos, pero no dejaré que me hablen así, ni él ni nadie.
-¡Pues venga! ¡Llévame a ese maldito sitio y piérdete!-exclamo con los brazos en jarras.
Me mira entre sorprendido, enfadado y divertido, ¿qué se cree? ¿Que esto es un juego? Pues no lo es. Alzo una ceja y le miro fijamente.
-Estoy aquí para ayudarte Faith-dice tranquilo.
Desearía decirle que no necesito su ayuda, pero ahora mismo es lo que más necesito, hay un Ethan malo y furioso por los alrededores y esta cabaña no va a ser mucha resistencia para él, además que Damen es el único con el que puedo hablar ahora mismo.
-Ayúdame pero no me mandes, ni me exijas, ni me obligues a hacer nada-le advierto.
Él me mira divertido y asiente con la cabeza, me coge suavemente del brazo y me guía hacia una puerta escondida en el suelo, debajo de una alfombra, ¿un pasadizo secreto? Y eso que parecía una cabaña normal, de estas que están en el bosque para las vacaciones.
-Después de ti-dice divertido. Resoplo y bajo para llegar a un túnel de tierra-, esto nos llevará lejos del alcance de tu novio.
Asiento, normalmente pelearía por la forma despectiva en la que lo ha llamado, pero no ahora, este no es el mejor momento de hacerlo, no ahora y no con él. Sonríe triunfante y yo frunzo el ceño.
Sigo su paso, no parece muy seguro de sí mismo, aunque tampoco parece confundido, simplemente está distante, me pongo delante de él para pararle.
-¿Cómo me vas a ayudar? ¿Cómo puedo despertar?-pregunto más que desesperada.
-Yo... No tengo ni idea de cómo hacerlo, es la primera vez que estoy en esta situación... Parece un hechizo poderoso...-dice Damen pensativo.
-¿Hechizo?-pregunto desconcertada-¿Cómo que un hechizo?
-Esto es un Weitz-me explica-alguien te ha hecho esto apropósito.
-¿Por qué?-preguntó, mi desconcierto no es menor.
¿Me está diciendo que alguien me ha... hechizado? Eso es una tontería, ¿quién haría eso? Una bruja, ¿existen las brujas? No. Aunque bueno... ahora me entero de que los vampiros existen... si no me vuelvo loca no sé lo que me va a pasar.
-No quieren que salves a Morton.
-¿Por qué?-pregunto confusa.
-Tienen mayores planes para él... es un vampiro importante, Faith, por eso unos quieren que lo salves, y por eso otros quieren que no lo hagas.
-No lo entiendo-le confieso.
-Es importante porque va a hacer un cambio radical que unos, los que quieren que lo conviertas en bueno, opinan que está mal; pero otros, los que te quieren eliminar, piensan que es lo mejor para ellos y su raza, e intuyo que tiene algo que ver con los humanos.
-¿Pero qué tienen que ver Cassie y Monika?-pregunto confundida.
-Cassie es quien le volvió así, y en cuanto a lo de Monika... tengo que admitir que no entiendo su caso... tenía que haber pasado un año para que se convirtiera, pero no pasó ni medio mes. Es extraño.
-¿Y tú qué tienes que ver en todo esto?-pregunto.
-Eso no te lo puedo contestar, todavía.
¿Todavía? ¿A qué se refiere con eso? Son demasiadas incógnitas. ¿Él quiere ayudar a Ethan, matarlo o dejar que haga lo que quiere hacer? Hay demasiadas dudas en mi cabeza... ¿qué pasa si no vuelvo a la vida normal? Todo sería peor, ni moriría ni estaría viva, así que no me podría reencarnar ni ayudarle. Necesito hacer alguna de las dos cosas, por él. Pero antes de hacer nada... Tengo que intentar conseguir alguna forma de salir de aquí. El suicidio será mi última opción.
-¿Por qué?-pregunto achicando los ojos.
-No hagas preguntas-su rostro se vuelve frío.
Me estremezco, nunca le había visto así, tan... frío, al menos conmigo. Con Ethan sí, y bueno, ahora lo entiendo… Se supone que protege a la gente de él, pero nunca me habló así, no a mí.